El feminismo en España hoy
Este artículo analiza cómo el intento de las epistemologías feministas de superar el impasse entre objetividad y relativismo ha dado lugar a diversas formulaciones del concepto de “localización” y a la teoría del punto de vista. Como resultado, el proyecto político de una comunidad transnacional de intérpretes fomentado por el feminismo transnacional puede considerarse derivado de dicho proceso perdurable.
1La cuestión epistemológica ha abarcado toda la historia del pensamiento feminista, entretejiendo diversas disciplinas y dependiendo de otros debates dentro de la teoría feminista, incluido el crucial sobre el significado de la diferencia sexual en el desarrollo de la subjetividad.
2Como un hilo rojo a través de la historia feminista, la cuestión epistemológica, que se había mantenido cuidadosamente oculta en el dobladillo de los pantalones del Feminismo Liberal, fue utilizada más tarde por las Feministas de la Segunda Ola para confeccionar flamantes faldas. Más recientemente, las Teóricas del Género la han considerado como lo que hilvana los pliegues mismos del cuerpo, como si fuera posible hacerla y deshacerla en innumerables otros estilos.
Real Academia Española Latinx
Este artículo se publicó originalmente en línea junto con el número de otoño de 2008 de la revista Pacific. Martha Rampton es profesora de Historia y directora del Centro para la Igualdad de Género de la Universidad Pacific. Su especialidad es el periodo medieval temprano, con énfasis en la historia social y las actividades y roles de las mujeres. Es licenciada en Historia Medieval por la Universidad de Utah y doctora en Historia Medieval por la Universidad de Virginia.
Es habitual hablar de tres fases del feminismo moderno; sin embargo, hay poco consenso sobre cómo caracterizar estas tres oleadas o qué hacer con los movimientos de mujeres anteriores a finales del siglo XIX. Haciendo el panorama aún más difícil de navegar, una nueva silueta se perfila en el horizonte y toma la forma de una cuarta ola del feminismo.
Algunos pensadores han querido situar las raíces del feminismo en la antigua Grecia con Safo (m. c. 570 a.C.), o en el mundo medieval con Hildegarda de Bingen (m. 1179) o Christine de Pisan (m. 1434). Sin duda, Olympes de Gouge (m. 1791), Mary Wollstonecraft (m. 1797) y Jane Austen (m. 1817) son precursoras del movimiento feminista moderno. Todas ellas defendieron la dignidad, la inteligencia y el potencial humano básico del sexo femenino. Sin embargo, no fue hasta finales del siglo XIX cuando los esfuerzos en favor de la igualdad de derechos de la mujer cuajaron en un movimiento claramente identificable y consciente de sí mismo, o más bien en una serie de movimientos.
Hechos sobre el feminismo en España
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Entre las principales influencias de esta ola se encuentran Andrea Dworkin, la feminista chilena Andrea Franulic y obras como Cómo ser mujer de Caitlin Moran, Habitación propia de Virginia Woolf, El segundo sexo de Simone de Beauvoir, Todos deberíamos ser feministas de Chimamanda Ngozi Adichie y El diario violeta de Carlota de Gemma Lienas.
El feminismo español de la cuarta ola surgió como respuesta al conservadurismo de los años ochenta y a un problema más amplio de las feministas de América Latina y Europa que no conseguían sus objetivos, ya que el feminismo se encontraba entonces en gran medida bajo control estatal. Estas fuerzas convergieron en la década de 1990, cuando el feminismo de pintalabios, el feminismo consumista y la teoría queer estadounidense fueron rechazados y las mujeres empezaron a hacer reivindicaciones en torno a la violencia de género y sexista en respuesta a sucesos como el asesinato de Ana Orantes en Granada el 17 de diciembre de 1997. Esto dio lugar a debates en los medios de comunicación sobre la imagen de la mujer y la violencia contra ella. Los chistes sobre mujeres golpeadas por novios y maridos dejaron de ser aceptables en televisión. Esta violencia contra las mujeres, unida a las activistas que utilizaban Internet para movilizar a las mujeres a actuar, dio lugar al avance de la cuarta ola en España. 2018 sería el año en el que el feminismo de cuarta ola comenzó su apogeo en España como resultado de una serie de factores diferentes, con mujeres movilizadas a gran escala para tomar las calles. En 2019, las cuestiones importantes para las mujeres de la cuarta ola estarían en el centro de muchas conversaciones políticas y de las elecciones generales españolas de 2019.
El feminismo de la cuarta ola en España
La Real Academia Española (RAE), institución cultural dedicada a la regulación lingüística del mundo hispanohablante, inauguró el 27 de octubre el portal “Observatorio de las palabras”. El portal es una recopilación provisional de términos y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE) pero que han generado debate público o confusión.
La inclusión del pronombre de género neutro elle en la colección del Observatorio suscitó casi de inmediato la reacción de los medios de comunicación, que reiteraron que la RAE no aprobaba oficialmente su uso ni lo incluía en el diccionario.
El pronombre elle es un recurso creado y promovido en determinados ámbitos para aludir a quienes puedan no sentirse identificados con ninguno de los dos géneros tradicionalmente existentes. Su uso no está generalizado ni asentado.
El pronombre elle es una solución creada y promovida en determinados sectores para referirse a quienes pueden no sentirse identificados con ninguno de los dos géneros tradicionalmente existentes. Su uso no está generalizado ni asentado.