Información general de la ciudad
Cuando oímos hablar de Edimburgo, lo primero que nos viene a la cabeza es la palabra castillo. Si bien es cierto que éste es su gran atractivo turístico, la ciudad tiene muchos otros encantos. El clima no es uno de ellos, pues el aire y los días grises son el pan de casi cada día, aunque uno se acostumbra a ello.
Capital de Escocia, Edimburgo es la segunda ciudad más grande de la región tras Glasgow, y la segunda más visitada de Reino Unido, tras Londres. Es famosa por su Festival Internacional: el festival de música en vivo más grande del mundo, que tiene lugar en agosto. Sus dos grandes distritos son Old y New Town. También tiene renombre su Universidad y la calle Princes, que cruza el centro de la ciudad.
Transporte
La ciudad cuenta con las mayores compañías de autobús interurbano de Escocia y Reino Unido. La mayoría de los servicios de larga distancia, por otro lado, empiezan y terminan en la estación de autobuses de St Andrew Square.
Una vez dentro de la ciudad, existen dos compañías de autobuses: Lothian y First. La mejor forma de ver Edimburgo es, no obstante, andando. Sólo así nos empaparemos de su potencial y de las maravillas históricas que sostiene.
Edimburgo tiene su propio aeropuerto. Al ser tan turística y visitada, cuenta con muchas conexiones directas con España a ciudades como: Alicante, Barcelona, Fuerteventura, Gran Canaria, Ibiza, Lanzarote, Madrid, Menorca, Murcia, Palma, Reus, Santander y Tenerife.
Turismo
El turismo es una gran fuente de ingresos para Edimburgo. Sus lugares imperdibles son: el castillo, Old y New Town, la Calle Princes y su
catedral. Os recomendamos pasear por el centro de la ciudad y descubrir cada una de sus esquinas, como la casa más antigua de la ciudad, así como sus numerosas tiendas, restaurantes y bares.
Si sois seguidores de Harry Potter, os gustará pasar por el colegio que aparece en la saga. Entrad en alguna iglesia: podéis llevaros una sorpresa y descubrir en su interior un gran restaurante. Por la noche, adentraos en algún pub y disfrutad de un buen whisky escocés. No os perdáis la historia del corazón que hay en el suelo de la plaza de la catedral.
También podéis pasar por el cementerio, abierto 24 horas, donde no es raro ver a escoceses estirados en el césped aprovechando un día de sol. Allí, está enterrado uno de los mayores torturadores de la historia y se explica la historia del perro Bobby, que durante 14 años esperó al lado de la tumba de su amo a que éste despertara (hoy existe una escultura en su nombre).
A los que os gusta probar sabores nuevos, pedid
haggis, un plato típico de allí. Y, finalmente, si os gusta la naturaleza, pasaos por el
Jardín Botánico. Es gratis.